El mono tomó un tronco de árbol, lo subió hasta el más
alto pico de una sierra, lo dejó allí, y cuando bajó al llano, explicó a los
demás animales:
- ¿Ven aquello que está allá? ¡Es una estatua, una obra maestra! La hice yo.
- ¿Ven aquello que está allá? ¡Es una estatua, una obra maestra! La hice yo.
Y los animales, mirando aquello que veían allá en lo
alto, sin distinguir bien qué fuere, comenzaron a repetir que aquello era una
obra maestra. Y todos admiraron al mono como a un gran artista. Todos menos el
cóndor, porque el cóndor era el único que podía volar hasta el pico de la
sierra y ver que aquello sólo era un viejo tronco de árbol. Dijo a muchos lo
que había visto, pero ninguno creyó al cóndor, porque es natural en el ser que
camina no creer al que vuela.
me gusta.. y tiene razón eso del ser que camina no creer al que vuela :)
ResponderEliminarEs cono el mito de la caverna
ResponderEliminar