Hijo de José Gregorio de la Fuente Montero, un rico terrateniente de la zona de Curicó y gran coleccionista de pinturas y de Marina Rojas Montero, Gregorio era el pequeño de cuatro hermanos y comenzó a pintar con cinco años de edad, gracias al estímulo de su padre. Muerto su padre cuando tenía seis años, fueron los esfuerzos de su madre los que sacaron adelante a la familia y permitieron que Gregorio obtuviese una beca para estudiar en el Colegio San Agustín de Santiago de Chile. Poco antes de finalizar sus estudios de Humanidades, sus profesores organizaron la que sería su primera exposición pública en el Colegio. Si desde niño reconocía sentirse atraído por los colores, durante su dura adolescencia el arte fue para él un refugio y como él mismo dijo: "Contemplaba los hechos, las cosas y la naturaleza, sintiendo la urgencia de traspasarlas a cualquier superficie".
A decir de Aída Delgado, viuda de Gregorio, él "necesitaba transmitir a través de la pintura los sentimientos humanos, la justicia, el trabajo, los desastres naturales y los acontecimientos políticos e históricos de la vida nacional". Entre sus murales más importantes se encuentra el que pinto en la ex estación de ferrocarriles de Concepción. Fallece en Santiago el año 1999
Les dejo una selección de su obra.
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