Con diamantes y dinero mucho se obtiene en verdad, pero con dulces palabras aún se obtiene mucho más.
La miseria no os abata ni os amilanen las penas, que los días buenos vienen tras los días de tristeza.
A veces a rudas penas el hombre se halla sujeto, mas todas puede vencerlas si de ello hay firme deseo.
La honradez, tarde o temprano alcanza su recompensa, y con frecuencia se logra cuando en ella no se piensa.
Mas ahora, aunque el marido devorado esté por celos y tenga la barba azul, o bien negro tenga el pelo, le domina la mujer con la dulzura y talento.
Cosa por demás sabida es que el esperar no agrada, pero el que más se apresura no es el que más trecho avanza, que para hacer ciertas cosas se requiere tiempo y calma.
Levantose y huyó con la ligereza de una corza, seguida del príncipe, pero sin que pudiera alcanzarla, y en su fuga perdió una de las chinelas de cristal, que el hijo el rey recogió.
Puedes decir con certeza que lo amado es siempre bello, pues del amor el destello a todo infunde belleza; añade que la hermosura vale mucho, mas no tanto como el ingenio; el encanto más precioso y que más dura.
Las vecinas y los amigos no esperaron a que les llamasen para ir a casa de la recién casada, pues grandes eran sus deseos de verlo todo, que no se atrevieron a realizar estando el marido, porque su barba azul les espantaba.
La niña bonita, la que no lo sea, que a todas alcanza esta moraleja, mucho miedo, mucho, al lobo le tenga, que a veces es joven de buena presencia, de palabras dulces, de grandes promesas, tan pronto olvidadas como fueron hechas.
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