martes, 6 de agosto de 2013

La herencia (cuento mapuche para niños)

Hace mucho tiempo, un anciano le dejó de herencia a su hijo un campo con muchos animales y plantas nativas hualles, notros, maitenes, coigües y canelos y siempre le aconsejaba que cuidara esta tierra que algún día iba a ser suya y así también los árboles que allí habían. Un día muy triste para el padre, este hijo partió a la gran ciudad en busca de trabajo, allá después de unos años formó su hogar y ya casi no se acordaba de su viejo que vivía en el campo cuidando su piño, solamente venía unos días en el verano y eso alegraba mucho al anciano padre, pero cuando este regresaba a la ciudad, el pobre anciano se quedaba muy triste, sin hambre comía muy poco, se fue debilitando hasta que cayó enfermo, llega el hijo rápidamente buscando todo tipo de medicina para darle a su viejo padre, pero, ya era demasiado tarde y cuando estaba en sus últimos momentos de su vida postrados en su cama saco de su interior sus últimas fuerzas y habló a su hijo diciéndole: “cuida tu campo hijo no lo vendas nunca, no cortes los árboles que hay, porque le servirán a tus hijos”, y a parte esos le dejó muchos otros consejos que él escucho con mucho respeto y atención, luego el anciano cerró sus ojos y descansó. Pero el hijo, pronto olvidó todos estos consejos y comenzó a vender los árboles, llegaron hombres del pueblo con sus motosierras, camiones, cortaban y destruían los árboles sin piedad dejando el campo vacío, un año más tarde quiso vender aquella tierra que había recibido de herencia, pero cuando estaba a punto de hacer el negocio extrañamente enfermó este hombre y soñó varias veces que su padre le repetía: “No vendas tú tierra”. Así este hombre salvó su tierra que recibió como herencia y hoy vive feliz en ella cultivándola y criando muchos animales.

Pichi Hueche

Escuela Fundo Maquehue

No hay comentarios:

Publicar un comentario